El instinto humano solía mostrar especial indulgencia con los heridos y los minusválidos, pero Núñez había sido entrenado para hacer caso omiso de ese instinto.
Después de haberme comprado me trajo usted a este sitio para matarme; pero, sintiéndose compasivo, prefirió atarme una piedra al cuello y tirarme al mar.
Y la compasiva de Maritornes, viéndole tan fatigado, le pareció ser bien socorrelle con un jarro de agua, y así, se le trujo del pozo, por ser más frío.
Un culto típico requiere un alto nivel de compromiso de sus miembros y mantiene una jerarquía estricta que separa a los simpatizantes y reclutas desprevenidos del funcionamiento interno.
Mi intención no es compensaros por los años que no os he dedicado, ni demostraros con prebendas mi arrepentimiento, ni mucho menos intentar comprar vuestra estima a estas alturas.