Las intimidaciones contra el gobernador de Santa Fe se repiten desde que ordenó que reagruparan presos de alto perfil de las bandas mafiosas alojados en la cárcel de Piñero.
Fue llevado ante Cortés a quien le pidió que lo sacrificara, como era la costumbre mexica con los prisioneros, pero Cortés se negó y lo puso en cautiverio en Coyoacán.