Incluso si la cancelación se hacía tardíamente, no se contabilizaba como tiempo perdido si se compensaba reasignando el equipo de interpretación a otro órgano conexo.
Además, si se determina que un proyecto no rinde los resultados deseados, el Departamento debe abandonarlo a fin de reducir al mínimo el desperdicio de recursos.
Los principales riesgos en este sector son los siguientes: controles insuficientes, duplicación administrativa, procedimientos burocráticos complejos y onerosos, prestaciones abusivas y mala gestión de los recursos.
Las Naciones Unidas no pueden ser fieles a sus propios principios nobles y universales si continúan malgastando recursos escasos y sirviendo como foro de hostilidad y prejuicio contra uno de los suyos.
Se explicó que las reuniones informales se incluían en el cálculo, y que las cancelaciones no se contabilizaban como tiempo perdido si se hacían antes de que se ultimase el programa de reuniones.
El tiempo que así se pierde, si se pudiera cuantificar, bien podría representar una pérdida importante de recursos de gestión que, a su vez, podría tener repercusiones significativas a nivel presupuestario y financiero.
La comunidad internacional despilfarra con demasiada frecuencia su energía poniendo en tela de juicio o defendiendo las normas convenidas en el plano internacional y la Tercera Comisión dedica demasiado tiempo a debates estériles.
Además, la continua lucha entre un organismo y otro para acceder a los recursos del FMAM ha producido a veces duplicaciones, solapamientos y retrasos, así como el derroche de los escasos recursos disponibles.
Por último, la oradora destaca la importancia de lograr una coordinación eficaz entre las organizaciones internacionales a nivel de los países para evitar la duplicación de actividades y la utilización ineficaz de los recursos disponibles.