La hipótesis científica más reciente, del arqueólogo bielorruso András Patay-Horváth, plantea que los juegos olímpicos evolucionaron a partir de antiguas ceremonias de cacería.
Colgaba de los muros tapicería verde de Arras, tejida con aguja, con muchas figuras, que representaba una cacería, obra de artistas flamencos que emplearon más de siete años en ella.
Con el pretexto de adorar a los dioses había celebraciones religiosas, festines y obras teatrales y sacrificios en forma de carreras, cacerías y peleas de gladiadores.
Curiosamente, también fue Teddy Roosevelt el que le dio a los osos su reputación de adorables cuando se hizo famosa una anécdota en la que se negó a dispararle a uno durante una cacería.
El amigo que le había invitado a la cacería, se puso en pie y muy sorprendido, le habló: – ¿Cómo es posible que estés tan seco? A ti te ha pillado la tormenta igual que a nosotros.
Luis me insistió, no solo como propietario de una rehala, sino también como veterinario, que esos casos de maltrato no están relacionados con las cacerías.
Y te cuento otra curiosidad, la casa de campo fue una finca de la corona, le pertenecía al rey y allí estaba su coto de casa, es decir, zona de cacería.
De modo que dotó de herramientas de desmonte y armas de cacería a los mismos hombres que lo acompañaron en la fundación de Macondo; echó en una mochila sus instrumentos de orientación y sus mapas, y emprendió la temeraria aventura.