Por ahí salió un grupo de griegos armados, los cuales abrieron todas las puertas de la ciudad para dejar entrar a sus compañeros escondidos en los alrededores.
Estas pupilas, situadas en la parte lateral de la cabeza, dejan entrar bandas horizontales de luz que hacen que la cabra disponga de un campo visual de casi 360 grados de imágenes nítidas y horizontales.
23 Porque Jehová pasará hiriendo á los Egipcios; y como verá la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir.
Como se había portado tan mal no le dejaban entrar en el mundo de los Duendes y las Hadas, pero tampoco podía entrar en el terrible mundo de los fantasmas, porque había hecho un trato con la bruja.
Cuando los edificios dieron paso a los campos, abrió la ventana para dejar entrar el aire frío del invierno y notó la larga cabellera de ella agitada por el viento; incluso sintió que le hacía cosquillas en la sien derecha.