Pero en el jardín brotaban los rosales nuevos, y los nuevos caracoles se arrastraban dentro de sus casas y escupían al mundo, que no significaba nada para ellos.
Cerró los ojos y rezó con el alma mientras ella seguía escupiéndolo, más feroz cuanto más gozaba él, hasta que se dio cuenta de la inutilidad de su rabia.
爱丽丝梦仙境 Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas
Nos enseñaban a beber y a escupir, naturalmente. Y luego, las diversas materias de la aritmética: a saber, fumar, reptar, deificar y sobre todo la dimisión.