Para el siglo XIX el español era el idioma de la administración y el que se hablaba en los estratos más altos de la población filipina, pero ojo, no era el que hablaba la mayoría de la gente.
Además, la relación entre la cultura hispana y filipina sigue existiendo, con Filipinas como miembro asociado de la Organización de Estados Iberoamericanos, por ejemplo.