Recordemos el secuestro, en junio de este año, de un buque del Programa Mundial de Alimentos que transportaba asistencia alimentaria surcando las aguas de la costa de Somalia.
En la oscuridad el viejo podía sentir venir la mañana y mientras remaba oía el tembloroso rumor de los peces voladores que salían del agua y el siseo que sus rígidas alas hacían surcando el aire en la oscuridad.