Dejo una fotografía, que quizá le agrade conservar en su poder, y soy de usted, querido señor Sherlock Holmes, muy atentamente, Irene Norton, nacida Adler.
" Esto parece más divertido que la visita al rey" , se dijo para sí el principito, que continuó aplaudiendo mientras el vanidoso volvía a saludarle quitándose el sombrero.
Al salir por la puerta del cuartel general de la fuerza espacial y pasar por delante del centinela, a Tyler le llamó la atención la tímida sonrisa con que este lo saludó.
Como en pos del examen, Arrizabalaga y la señora se sonrieran francamente ante aquella exuberancia de juventud, Nébel se creyó en el deber de saludarlos, a lo que respondió el terceto con jovial condescencia.